Liz Wiseman, autora de los libros “Multipliers” y “Rookie Smarts”, comentaba temas de liderazgo y su influencia en los equipos en una reciente conferencia a la que pude asistir. Liz Wiseman nos decía como los líderes pueden utilizar su influencia sea para sacar el máximo de sus colaboradores o anularlos. Apreciamos y valoramos a los líderes que nos han sacado el máximo de nosotros, deseamos seguirles ya que nos hacen sentir más capaces, inteligentes y útiles a su alrededor. Wiseman, llama a estos líderes “Multipliers”. Sin embargo, también conocemos líderes que toman toda nuestra energía, nos hacen dudar de nuestra inteligencia, líderes que nos hunden con sus comentarios o gestos, cuando hacemos nuestra mejor contribución. A éstos Wiseman los llama “Diminishers”.
De la misma forma que podríamos traducir Multiplier como Multiplicador, al término Diminisher no le encuentro una palabra en español, se me ocurre Anulador, Dominante, etc, prefiero continuar con los términos en inglés, más claros para el objeto de este artículo.
Una aproximación a este tema la abordé en el artículo Productividad y Estilo de Dirección En él destacaba la importancia del estilo de dirección para obtener la mayor eficiencia en la empresa.
Un estudio realizado por Wiseman dice que los “Multipliers” consiguen el 95% de la inteligencia de sus colaboradores, mientras que los “Diminishers” sólo un 48%. Deducimos que los líderes que actúan como Diminishers desperdician muchísimo talento. Piensan que sólo ellos son capaces de resolver los problemas. En el fondo no confían en que su equipo pueda ayudarle y consideran su contribución poco importante. Como contraste los Multipliers consideran que su equipo es inteligente y cuentan con ellos. Estos directivos apoderan, soportan y confían y también retan y piden. Creen en las capacidades de los otros y esperan mucho de las personas y equipos, empujan y retan al equipo a aprender para resolver problemas más complejos. Los líderes Multiplers ofrecen espacio para pensar e invitan a trabajar duro. Animan debates y no toman decisiones unilaterales que hacen cumplir. Invierten en sus equipos para que tomen decisiones y sean responsables y rindan cuerntas de ellas.
¿Cuál es su estilo de liderazgo?, a ninguno de nosotros nos gustaría pensar que somos Diminishers, Wiseman explica que aún los que tienen buenas intenciones, a veces actúan de forma que, accidentalmente anulan a sus equipos. Algunas situaciones en las que esto ocurre:
- “Ideas, una nueva” – Este líder tiene infinitas ideas y piensa que al compartirlas inspiran a los demás. Siempre está ofreciendo ideas. El equipo atascado, va a esperar que el líder resuelva con sus ideas.
- “Siempre alerta” – Este líder es energía descontrolada. Piensa que su forma de ser es contagiosa y el equipo la tomará con entusiasmo. El líder siempre está dispuesto a contribuir. En general el equipo va a esperar que el líder resuelva con su energía.
- “Salvador” – A este líder no le gusta ver a la gente agobiada y se mueve para ayudarlos y asegurar el éxito. El líder actúa o demasiado pronto o demasiado tarde, y el equipo se vuelve dependiente y empieza a pensar que su líder no cree que ellos pueden resolver los temas por sí mismos.
- “Marcar el paso” – El líder establece un ritmo a un nivel muy elevado y que los otros están para seguirlo. El equipo se desmoraliza cuando el líder se desmarca mucho y no pueden seguir su ritmo. Este líder termina teniendo espectadores y no seguidores.
- “Respuesta rápida” – El líder toma rápidas decisiones y piensa que así mantiene al equipo alerta. Respondiendo tan rápido no da tiempo a que el equipo analice el problema y trate de resolverlo.
- “Optimista” – Este líder se pasa el día animando al equipo, les dice que son inteligentes y que pueden hacerlo. Aunque esto parece positivo, el equipo necesita que el líder sepa que el trabajo es un reto y requieren su validación por los resultados, no quieren sólo un animador.
Reconocerse en alguno de estos comportamientos no quiere decir que ser un Diminisher. Wiseman recomienda que analicemos y determinemos cuál de estos comportamientos, sin intención, puede tener un efecto Diminish en su equipo.
Recomendamos tener conversaciones con sus directos colaboradores para determinar cómo podría ayudarles para que aportaran su completo potencial y se sintieran válidos. Para ello es importante crear seguridad y que puedan mostrar su Feed-back. Es de esperar que hagan algún comentario de que su comportamiento hace que se sientan anulados. Incluso si como líder se siente aturdido, Wiseman le recomienda que abra la puerta a sus colaboradores y comparta con ellos más abiertamente cómo le gustaría ser intencionalmente Multiplier.
Para finalizar Wiseman recomienda a los líderes algunos aspectos a tener en cuenta durante las sesiones de Feed-back.
- Hacer Preguntas
Más que hablar y explicarse, lo importante es hacer preguntas, no piense por ellos, que sean ellos quiénes se expliquen
- Mover pocas fichas
Cambie su estilo, en vez de comentarlo todo, haga pocas y significativas contribuciones.
- Reconocer la valía
Justo al principio, reconozca la contribución de su colaborador, y rételo a que utilice su inteligencia a resolver más temas.
- Ofrecer grandes retos
Un equipo retado es un equipo que cree se confía en él, descubre nuevas energías y siente un crecimiento personal.
- Ayudarles
Cuando el equipo se atasca, es irresponsable no ayudarles, pero ojo con no parecer el salvador, hay que dar indicaciones e ideas para que puedan resolver por sí solos. Ofrezca, ayuda y guía sin olvidar que el equipo es el responsable de los resultados.
Espero que este artículo ayude tanto a los líderes como a los colaboradores y equipos a entender cómo somos, sólo desde esta base y con intención sincera se crearan las bases para desarrollar equipos inteligentes que aportan el máximo al proyecto empresarial. Tan importante es la figura del Líder cómo la de los colaboradores para avanzar. Todos necesitamos de algún modo ayuda.
Gracias Luis,es un comentario muy interesante.
Un buen tema Lluís para reflexionar.
Es difícil empoderar a tus colaboradores y aceptar sus ideas sin estar convencidos de que son mejores que las nuestras. Si no lo hacemos, nuestros colaboradores perderán la confianza en ellos mismos y si la decisión que tomamos no es la mejor y no cubrimos las expectativas de la empresa, nuestro liderazgo se verá cuestionado.