Con la escucha construimos una inestimable confianza. A través de la escucha obtenemos la información de cómo podemos ayudar al otro, y también, cómo lo que nos dicen puede ayudar a otros relacionados con nosotros.
Cuando escuchamos, las personas sienten que estamos por ellos, que nos interesa lo que puedan decirnos. Al sabernos escuchados nos mostramos más abiertos al intercambio de información y es entonces que se crea una verdadera relación.
Eres un afortunado si alguien te dice que se siente escuchado por ti. Estudios recientes nos revelan que sólo una 13% de la población escucha eficientemente. Esto quiere decir que tenemos mucho que aprender en este campo. Por escucha eficiente entiendo la escucha activa, en la que mostramos interés por el otro, por quién es, por lo que hace, por lo que quiera explicarnos.
Solamente podemos ayudarnos a través de la escucha activa y esta la podemos realizar tanto a nivel presencial como on-line.
Quiero añadir dos refranes que están en consonancia con el tema de este artículo:
– Tenemos dos oídos y una sola boca. Escuchar es el doble de importante que hablar. (fuente desconocida)
– Las cosas que decimos a la gente ya las sabemos de antemano. Igual podríamos aprender algo de lo que las otras personas nos dicen. (Dale Carnegie)