La Motivación vs. Eficacia, Eficiencia y Perdurabilidad de la empresa

Es fácil ponernos de acuerdo en  concluir que cualquier tarea que desarrollamos sale mejor si se tiene motivación para hacerla.

Sin embargo, el hablar de motivación resulta tan genérico que no sabemos bien que significa. Si vamos a la etimología de la palabra, motivación significa movernos a.

Si nos ceñimos al ámbito organizacional, en una empresa que se crea para realizar una serie de actividades, productos o servicios para la comunidad, las personas que forman parte pueden sentir distintas categorías de motivación para participar en la empresa.

Según explicaba el Profesor del IESE Juan Antonio Pérez López, se pueden distinguir tres categorías de motivación de las personas en una organización:

–       Una extrínseca, que se resume en: yo te doy, tú me das. La relación es puramente material. Hay un intercambio tangible.

–       Y dos intrínsecas, más difíciles de medir, entre ellas podemos distinguir: aquella motivación que tenemos por el aprendizaje y nuevos conocimientos y la motivación por hacer algo que trasciende de nosotros. Las dos son inicialmente intangibles.

Cuando trabajamos sólo por un intercambio material estamos en una motivación extrínseca, no nos importa nada más que lo que recibimos a cambio de nuestros servicios. Podemos imaginar que este tipo de comportamiento no conlleva fidelidades ni lealtades más allá de lo tangible de la colaboración y diría más, suelen ser de corta duración.

En el caso de que la organización o empresa nos proporcione la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos y aprendizajes que se incorporan a nuestro know-how y ello nos permite optar a nuevas posibilidades profesionales, satisfacemos la motivación intrínseca del conocimiento. Y si además, podemos trascender, cuando aquello que hacemos sirve a otros en su aprendizaje, estamos en la motivación intrínseca trascendente.

En toda organización con futuro se procuran los tres tipos de motivación de las personas. Cada categoría de motivación cómo única no funciona y la empresa no sería rentable, en cambio con la conjugación de las tres categorías de motivación la empresa gana en eficacia, eficiencia y durabilidad. Es fácil imaginar la integración de las personas en una organización que retribuye justamente y está atenta al desarrollo personal y profesional de sus personas en cuanto a nuevos conocimientos y trascendencia.

La motivación extrínseca nos hace eficaces, la valoración de la actuación y el resultado están íntimamente ligados a su retribución. Sólo el aprendizaje nos hace eficientes, el tener mayores y más completos conocimientos nos permitirá actuar con otros métodos y procesos que agilizan y permiten otros tipos de acciones. Y la trascendencia de las acciones que hacemos conlleva unas ganas de perdurabilidad.

Solamente desde nosotros mismos se puede exigir trabajar sobre las tres categorías de motivaciones descritas, solamente a través de ellas llegamos a la plenitud de nuestro esfuerzo personal y profesional.

Las organizaciones empresariales que perduran son eficaces y eficientes en tanto en cuanto cuidan conjugar los tres tipos de motivaciones, es la única forma de retener el talento cuando se considera que es la suma de conocimiento, motivación y acción.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: