Venimos de las vacaciones de final de año, todavía estamos frescos y descansados, con muchas ganas de empezar el año y con muchas ilusiones.
El año 2018 terminó, no podemos volver atrás y rehacer nuestras actividades para corregir los resultados. Ahora nos encontramos en enero del nuevo año 2019, todos sabemos que el tiempo vuela y aunque parezca lejano, pronto habrá pasado un mes y luego el segundo y así sucesivamente, pronto entraremos en la vorágine, si no lo estamos ya.
En el último trimestre hemos preparado los presupuestos de este nuevo año, hemos revisado los proyectos, nuevos y en marcha, asignado partidas de ingresos y gastos, todo bien organizado.
Estamos contentos, todo el año por delante con la esperanza de que se cumplan las expectativas y que nada excepcional va a enturbiar los resultados esperados.
La realidad es que depende de nosotros, de cada uno en su posición en la compañía, de que sepamos lo que hay que hacer y tengamos claras nuestras acciones clave para sumar a final de año otro logro personal y colectivo.
Por ello os invito a que pensemos en las merecidas vacaciones de final de año, en aquella ilusión que nos gustaría celebrar. Y os invito a escribir una postal con fecha 31 de diciembre de 2019 en la relataís vuestras merecidas vacaciones y los logros personales y empresariales que de este año 2019 que os han permitido disfrutarlas.
Además, os invito a pensar cuáles han sido las 3/4 cosas más importantes que sucedieron o tuvisteis en cuenta durante todo el año y que fueron causas directas del espléndido año.
Este ejercicio individual se potencia si lo hacen todos los miembros de la compañía y por equipos se comparte desde el equipo de dirección a los equipos departamentales o de proyectos. Ayudará a la alineación de los objetivos y a observar como cada uno entiende las prioridades y causas clave para la consecución de los logros tanto individuales como colectivos.
Adjunto el documento Postal desde Vacaciones a 31/12/2019